"Entra, desconocido, pero ten cuidado con lo que le espera al pecado de la codicia, porque aquellos que toman, pero no se lo han ganado, deberán pagar en cambio mucho más, así que si buscas por debajo de nuestro suelo un tesoro que nunca fue tuyo, ladrón, te lo hemos advertido, ten cuidado de encontrar aquí algo más que un tesoro..."

viernes, 27 de noviembre de 2015

SOLEDAD

Cuando el alma y el corazón no se encuentran, pero se buscan, el silencio y el vacío se funden en uno, un nudo aprieta la garganta muy fuerte, como no queriendo dejarla ir. Los ojos, perdidos en la nada, observan desfilar eventos pasados, momentos, lugares, personas, recuerdos de lo que tal vez alguna vez fue.
Buscando un sentido a la nostalgia, descubriendo matices en la oscuridad de la mente, sembrando dudas en el jardín de la esperanza, todos los caminos parecen converger en la misma nada, sumergiéndose en las profundidades del abismo.
¿Dónde se encuentra, que no se encuentra? Buscar solo te pierde más. No hay señales de un sendero que salga de ese sombrío bosque, de esa boca de lobo. ¿Dónde me encuentro?

Perdido dentro de mí mismo, las rutas se vuelven confusas y todo es como dar vueltas en círculo. No hay entrada ni salida. Simplemente soledad.

martes, 11 de febrero de 2014

IMPARABLE (BASADO EN LEAGUE OF LEGENDS)

Asher creo que te Vi, y no sé si tal vez sea mi Paranoia, pero sería una pena que así no haya sido. Lo que en realidad me pesa son mis Grilletes del alma,  me tienes bajo tu Hechizo oscuro, y yo no puedo ver con Claridad, es como si una Pantalla de humo me impidiera ver, cual Dardo cegador, y mi mente se nubla y veo reflejado en mis ojos lo que una vez fue y ahora ya no es, una especie de Mímica. Y aquí estamos, como si aún se pudiera comenzar de cero, tal vez pensando que estamos a tiempo de Retroceder; no sé si aún creo que este sentimiento Ezreal, pero de lo que no me quedan dudas es de que hemos atravesados situaciones Graves.

Un dolor Aatrox recorre mi cuerpo, es una nueva víctima del Abrazo de la agonía, es como una Hemorragia que me comienza a Drenar la sangre, que me adormece y me mutila, y nunca para, es una Fuerza imparable. Una sensación similar podría Aterrorizar a cualquiera, pero la costumbre hace que sea menos dolorosa, más cuando la siento me da Zed, necesito agua, un tsuNami, algo que me ayude a ver de nuevo, algo que encienda la Lux.


Y haría cualquier cosa porque esto termine, cualquiera. Estoy dispuesto a hacer El sacrificio. Pues de cualquier otro modo, esto es una Sentencia de muerte, y no quiero terminar de esta forma en La caja. Será mejor Alistar las cosas y prepararnos para el Eclipse

En este momento, me siento Imparable.

lunes, 14 de enero de 2013

GANAR Y PERDER

Como hace rato me salió muy sabiamente, el ganar es siempre paradójico. Nunca se gana sin perder, perder está siempre dentro de las reglas del juego. A veces, cuesta toda una vida entender que jamás mantenemos todo lo que más queremos, y a veces no. Dicen que toda acción tiene una reacción igual y opuesta, y si hablo, hablo en base a este principio. Repito, está implícito, no se gana sin perder, por eso vivimos cargados con el peso de lo que logramos, sea bueno, sea malo. Así está preparada la vida, para que jamás la termines de disfrutar. Una piedra en el camino se puede transformar con facilidad en una montaña, mas una oportunidad puede desaparecer tan rápido como un soplido del viento. El que quiera ganar, que gane y se prepare para perder. El que pierda, que se prepare para volver a perder. Un camino u otro, conducen a lo mismo. No se gana sin perder, no se suma sin restar.

lunes, 18 de junio de 2012

OSCURIDAD ABSOLUTA


Oscuridad absoluta. Abrió lentamente los ojos y echó un rápido y triste vistazo a la habitación a su alrededor. Su mirada se dirigió hacia el antiguo y enorme reloj de péndulo que descansaba unos cuantos centímetros a su derecha. Las manecillas parecían moverse cada vez más lento, conforme pasaban los segundos, el tiempo se hacía eterno.

Soledad. Acompañada únicamente por el tenue resplandor de unas pocas velas que reposaban sin propósito sobre una milenaria mesa de caoba pulida. El tic tac suave del reloj se expandía en ese completo silencio, reproduciéndose como un golpe sordo y seco que perturbaba la quietud del penumbroso ambiente.

Ansiedad. Sus cinco sentidos estaban alerta y más agudos que nunca, aguardando por un evento que desconocían. El descontrolado aullido del viento en el exterior representaba la ilusión de una jauría de lobos hambrientos acechando en las tinieblas la llegada de su presa. Un escalofrío le recorrió el cuerpo, tensando sus músculos y poniéndola nerviosa. Los latidos acompasados de su corazón se transformaron en violentos golpes en su pecho, tan fuertes que podrían haber despertado de la muerte a aquellos que ya están sumidos en un sueño perpetuo.

Eternidad. El tiempo parecía no avanzar; al contrario, parecía ir en sentido inverso. La ausencia de sonido, la monotonía, engañaban a la mente y le daban a la escena un tinte de tiempo muerto, detenido, un momento sostenido a lo largo de la infinidad.

Un rayo surcó con fiereza el cielo, seguido del rugido ensordecedor de un trueno. La puerta se abrió de par en par, dejando entrar desatadas corrientes de viento. La puerta golpeó contra el muro, y las llamas vibrantes de las velas se zarandearon de un lado a otro, pero sin apagarse. Sobresaltada, dirigió sus profundos y cristalinos ojos hacia el rectángulo de luz enmarcado en el umbral, con la tibia esperanza de que ingresara por el, aquel que nunca iba a llegar, aquel a quien esperaba.

Los segundos que sostuvo la mirada parecieron ser horas. Abatida, apartó la vista y se puso de pie, caminó en dirección al umbral lentamente y cerró la puerta con cuidado. El silbido del viento se acalló, y la habitación volvió a sumirse en la quietud. Delicadamente, se sentó en un viejo sofá, a pocos centímetros de la mesa. Con elegancia, se inclinó hacia adelante y, una por una, fue apagando las velas. Cerró nuevamente los ojos.

Oscuridad absoluta.

martes, 13 de marzo de 2012

LUZ Y OSCURIDAD


Luz, oscuridad, todos tenemos ambas en nuestro interior, en mayor o menos medida.  Mas nuestro destino siempre ha sido brillar, como las estrellas. Esa luz inconmensurable que portamos es la llave hacia un nuevo mundo, una nueva realidad.

Todos deberíamos brillar, aunque la mayoría no lo hacemos. Es porque es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos aterra. Elegimos ocultarnos entre sombras para  no desatar esa luz, ese potencial, con el afán de no resaltar, ser uno más, semejantes al resto.

Tememos que si dejamos estallar esa luz, nuestra presencia permita a otros conseguir lo mismo, despertar esa energía, ese brillo, y así lograr ir más allá de las especulaciones. Así nos mantenemos, inmersos en una oscuridad que nosotros mismos creamos, ya que la mayoría de las trabas para explotar nuestra luz nos las imponemos nosotros mismos, por temor, por indecisión, por duda.

En la medida en que una sola persona se atreva a dar rienda suelta a su luz, miles, millones se verán liberadas. Nuestro destino es brillar fuertemente, aunque no sea fácil de lograr. Únicamente debemos eliminar nuestros temores. Pues los momentos de verdadero resplandor no son aquellos en los que más brillamos, sino aquellos en los que no nos da miedo brillar.

DESTINO


Destino, ¿crees en el? Poder sobrenatural inevitable e ineludible, que sorpresivamente nos guía hacia un fin no planeado, no esperado.

Aunque esto no significa que sea malo. No planeado, no deseado, no quita esto que pueda ser algo que te haga bien, o inmensamente feliz. Estamos todos tocados por el destino, yo lo sé. Es algo maravilloso y a la vez imprevisible. Puede llevarte inexplicablemente a donde menos te lo esperabas, y así todo, puedes alegrarte toda una vida de que así fuera.

Las mejores cosas de la vida son manejadas por el destino. Desde un acontecimiento extraordinario, hasta conocer a alguien maravilloso, increíble, que te llene. Y siendo así, es mil veces más gratificante que algunas cosas pasen porque tienen que pasar, pues las cosas que mejor salen, son aquellas que no hemos planeado, de esto doy fe. Del resto nos encargamos nosotros, de llevarlas por uno y otro camino, pero primero deben suceder.

¿Aún no crees en el destino? Eso no importa, pues por más que tú no creas en el, el sí cree en ti. Y se encargará de sorprenderte enormemente, cuando menos te lo esperes.

viernes, 9 de marzo de 2012

UNA DOLOROSA ESPERA


                ¿Qué estoy esperando? Porque definitivamente lo espero, pero, ¿qué? Ya no es una suposición, es una llamada a gritos. No solo mi mente, sino también mi alma y mi corazón reclaman airadamente por ello.
                ¿Qué es? Una pista, por más banal e insignificante que sea, me ayudaría a avanzar en esta búsqueda. La sensación de vacío en mi interior no se puede llenar con nada que ya haya intentado, y por eso me desespero. En cada rincón he buscado aquello que aún no se qué es, lo cual lo hace más terrible.
                El vacío se transforma en dolor, y el dolor penetra en mi corazón como el cruel frío de invierno consigue penetrar en mi piel. El dolor nubla mis sentidos y dificulta enormemente mi búsqueda. Cada contacto se sucede sin importancia, carente de emoción.
                Entonces lo comprendo. No estoy buscando un algo, sino un alguien. No es un qué, es un quién. ¿Quién será la persona que motiva mi espera, que alienta mi búsqueda? ¿Acaso serás tú? Si lo sabes, dímelo por favor, si eres tú llámame, grita mi nombre, pues este inmenso dolor no me deja ver, y ya no puedo seguir así.
                Y mientras no contestes, seguiré buscando, seguiré esperando… Por siempre.

LLUVIA DE VERANO

                Llovía con fuerza en esa hermosa noche de verano. Sus ojos cristalinos observaban casi hipnotizados como las transparentes gotas parecían iniciar carreras sobre el cristal de la ventana. La oscuridad del exterior solo se veía quebrada por la mortecina luz de las farolas, y el silencio regía como amo y señor de aquella escena.

                Su mente volaba sin rumbo, descubriendo canciones en el repicar del agua sobre la acera. Se sentía en paz, le gustaba pensar que aquella lluvia pudiera durar para siempre. Una de las farolas parpadeaba, arrojando guiños fantasmales sobre el desvencijado sofá sobre el que se encontraba cómodamente acurrucado, y creando sombras lúgubres.

                Ni un alma se movía, y sus cinco sentidos estaban agudizados al máximo. Frente a sus ojos flotaban imaginarios retazos de eventos pasados, y un ligero escalofrío recorrió su espina. Se pasó los dedos entre el sedoso cabello, casi sin darse cuenta, y soltó un suave suspiro.

                Un trueno solitario lo sobresaltó, pero en apenas un instante volvió a sumirse en su profundo trance. La luz de las farolas titiló hasta apagarse, cerniendo el cuarto en la más completa penumbra. Cerró los ojos, mientras que en el exterior los furiosos e imponentes relámpagos eran los encargados de proporcionar luz, cual severos señores de la noche.

                Se sentía en contacto consigo mismo, con lo más profundo de su ser, con su alma. Su viaje espiritual lo llevó a sitios inimaginables,  jamás alcanzados y prácticamente desconocidos. Respiró hondo y se elevó dentro de si mismo, al comienzo tímidamente, como un pichón en su primera experiencia de vuelo, pero luego seguro y confiado, como un poderoso águila que remonta vuelo por encima de las majestuosas montañas nevadas. Se sentía libre, a gusto y en paz, y deseaba que aquel momento no terminara más. Y sin embargo…

                Sin previo aviso, la tormenta cesó. De a poco, una a una, las farolas de la calle se fueron encendiendo. Las nubes se despejaron, dándole paso a una redonda luna plateada rodeada de pequeñas y brillantes estrellas. Abrió los ojos con pesar, estaba triste. Y pese a que el momento había terminado, no se lamentó, pues se había sentido tan vivo y tan fundido con su fuero interno, que aquella experiencia quedaría marcada a fuego en su memoria para siempre.

jueves, 8 de marzo de 2012

EN LA PROPIA OSCURIDAD

                Abrió los ojos, presa del temor, sumido en la más completa oscuridad. No distinguía ni una silueta a su alrededor, y eso aumentaba su nerviosismo.  De repente, un camino se dibujó a sus pies como un haz de luz, mas todo lo demás continuaba en penumbras. Comenzó la marcha respirando agitadamente, mientras un ligero vaho brotaba de sus labios, producto del frío reinante.

                El camino seguía y seguía, como si no tuviera final. Parecía que circulaba en espiral todo el tiempo, extraña ilusión que lo llevó a pensar que su viaje terminaba al comienzo. Le resultaba hasta irónico imaginarse eso. Vestía como un rey, pero avanzaba a tientas, torpemente, cual perdido vagabundo.

                Las sombras parecían querer tragarlo, mas una pequeña luz de esperanza en su interior lo empujaba a luchar contra ellas, aunque no podía evitar sentirse abatido. Los músculos de sus piernas aullaban en señal de protesta frente a la ardua caminata, y la sangre parecía negarse a circular por ellas. Sus huesos chirriaban sonoramente, emulando a una herrumbrosa puerta al abrirse y cerrarse.
                El pánico se adueñaba de su cuerpo y mente, aunque no parecía encontrarse realmente en peligro. Súbitamente, sus piernas se negaron a seguir participando de esa infructuosa travesía, y se frenaron en seco. Se sentó, apoyando las sienes sobre sus puños cerrados. Gruesas lágrimas saladas de impotencia brotaban de sus enrojecidos y cansados ojos, y su mente comenzó a volar y a recorrer uno a uno sus recuerdos, reflexionando sobre cada uno de ellos.

                El tiempo que estuvo allí sentado, no se puede contar, pues en ese sitio los minutos pueden ser horas, y las horas pueden ser minutos. Tiempo que se escurrió como arena entre los dedos mientras ahondaba en los más profundos rincones de su subconsciente, arrancándole nuevos significados y sentidos a todos aquellos recuerdos y memorias que se atesoraban allí, consiguiendo encontrar una nueva visión sobre su vida.

                Casi sin darse cuenta, del camino comenzaron a brotar otros caminos, y de estos caminos aún más, hasta confundirse entre ellos, cruzándose de un lado a otro. En un punto lejano, muy por encima de su cabeza, y a sus espaldas, comenzó a brillar tenuemente un pequeño punto de luz, que lentamente comenzó a ensancharse y a hacerse tan brillante como el mismo sol. Cegado, se llevó las manos a los ojos, intentando protegerlos del dañino resplandor.

                Retiró tímidamente una mano, e inmediatamente la otra. La luz ya no hería sus ojos. El brillo se había calmado, y ese profundo sentimiento de desesperanza en su interior fue rápidamente reemplazado por la más grande de las incredulidades. Un mundo completamente iluminado y nuevo se alzaba ante sus ojos, lleno de caminos y direcciones diferentes. No había rastro alguno de la oscuridad anterior. Sorprendido, se rascó la cabeza, intentando comprender que había pasado. Su duda se develó en cuestión de segundos.

ENSANCHA TU MENTE, Y ENSANCHARÁS TU MUNDO.

lunes, 17 de octubre de 2011

LAS LÁGRIMAS DE UNA FLOR

En el silencio de un enorme jardín, una hermosa flor llora. Brillantes y perladas lágrimas recorren sus dorados pétalos, para caer pesadamente en el verde pasto que todo lo rodea.

Le han mentido, y eso le duele, saberse engañada durante tanto tiempo, por alguien sin corazón, un iluso, un embaucador, un tonto. Toma demasiado en serio las palabras de aquellos que solo quieren herirla, y eso la lastima, la debilita, la mata.

“¿Por qué lloras, bella flor?” una voz suave le pregunta. “Por despecho, me han mentido”, responde con dificultad. Le cuenta toda su historia, y él la oye con atención, sin interrumpirla y con extrema paciencia.

“Has de hacer oídos sordos a palabras tan idiotas, has de ignorar a aquellos que lo único que buscan es lastimarte y verte sufrir. Deberías saber que esas palabras son vacías, pues eres maravillosa, la más hermosa del jardín, brillante como una gema, radiante como el mismo sol, y aquel que no sepa verlo tarde o temprano se arrepentirá. No llores más, no vale ni una sola de esas lágrimas”.

Buscando con sus palabras devolverle el ánimo y la sonrisa a la triste flor, le dice por último, antes de marcharse:

“No hay nada más triste que ver a una hermosa flor marchita, derrochando las gotas de rocío, dejándolas caer, cuando debería tomarlas para crecer y florecer. Nadie que te valore te hará sentir mal, y quien no te valore, tus lágrimas no merece. Si me necesitas, búscame y yo vendré, pues contigo siempre estaré, en los buenos y malos momentos, mi vida compartiré”.

viernes, 7 de octubre de 2011

NOCHE DE LLUVIA


Sordos golpes se oyen, ecos perdidos.  Son los gritos de auxilio de un corazón frenético, un corazón lastimado. Alborotado, golpea con violencia dentro de un maltrecho pecho, más sus llamadas parecen lejanas y débiles.

“¿Qué te ocurre?”, le pregunto. “No sabría cómo explicártelo”, responde.

Explicación sincera, excusa rápida, suene como suene, es lo que es.  Se siente ahogado y nadie lo escucha, nadie lo comprende. Ruega por su pronta recuperación, buscándole un sentido a todas las cosas que están ocurriendo.

El cielo, gris, lluvioso, lo acompaña en su pesar, se hace eco de sus sentimientos. Los golpes se apagan levemente, como sintiendo que al fin algo -aunque solo sea el clima- lo comprende. Atraviesa un momento de desazón, no sabe que dirección tomar. Pero de alguna forma, las gotas golpeando el tejado lo tranquilizan.

Una taza de té humeante lo espera pacientemente. El calor que irradia le recuerda remotamente al calor que solía sentir en tiempos pasados. Una punzada de dolor amenaza con quebrarlo, pero se repone inmediatamente, aunque sigue golpeando suave pero insistentemente, intentando llamar nuevamente la atención. La lluvia continua golpeando los cristales de las ventanas, y solo ese ruido rompe el silencio que se había levantado.

El vapor del té poco a poco se va consumiendo, va desapareciendo. Así parece será el destino del lastimoso corazón. Tal vez la solución menos atractiva, termine siendo la más efectiva.

Una mirada vacía, carente de brillo, se levanta cansadamente y echa un vistazo alrededor. La tenue luz baña los elementos de la habitación, cual rocío en una mañana primaveral, arrancando sombras grises y lúgubres a cada uno de ellos. Los párpados suben y bajan monótonamente, sin vida. Han perdido la inspiración, las ganas de ser parte de un todo.

Y aunque mucho está perdido, no así la esperanza misma, que siempre está latente, donde nadie puede verla, ni oírla, ni detectarla, esperando pacientemente, en silencio, buscando cualquier atisbo de despertar, cualquier pequeño rayo de luz que logre colarse, para aferrarse a el con todas sus fuerzas y ya no soltarse, para devolver la vida y el color a un corazón que yace opaco y desolado en su hogar en las profundidades del cuerpo, ocultándose, consciente de que el mundo exterior no puede ayudarlo, y mucho menos comprenderlo.

En su solitario lecho, busca juntar las fuerzas necesarias para intentar una resurrección casi milagrosa, para intentar, como el ave fénix, nacer nuevamente de las cenizas. La motivación falta, pero la intención siempre está. Será cuestión de darle tiempo al tiempo y ver como se dan los acontecimientos. Mientras tanto, solo resta esperar.



La lluvia será testigo…

domingo, 7 de agosto de 2011

GRACIAS

Bienvenidos a mi mundo, a mis pensamientos, bienvenidos a mi subconsciente. Ese lugar donde se gestan todas mis ideas, y donde residen todas mis reflexiones y preocupaciones, motivos y deseos. Tal vez lo encuentren un poco desordenado, pero la causa del desorden es que hay demasiado adentro, y tanto contenido anda de acá para allá a sus anchas, recorriendo los confines más recónditos y esparciéndose por todos lados.

Pero, sorpresa, de a poco todo empieza a encontrar su lugar y a dejar el desorden un poco menos desordenado, a limpiar mis cavilaciones y dudas y a llenar esos espacios vacíos con compresión, aceptación y a veces (solo a veces) resignación. Y cuando todo empieza a ocupar su sitio, las demás cosas se hacen más sencillas. Todo esto no solo gracias a mis esfuerzos, sino también a los de gente que me tendió su mano en los momentos más complejos y desconcertantes que transitaron mi vida.

Cuando tal vez, lo único que necesitas es una caricia, una palabra de verdadero apoyo, un gesto de interés real que haga que le hagas frente a tus demonios, a tus grandes fantasmas, y se te haga lo más complicado del mundo encontrar algo de eso, por pequeño que sea, es un alivio y una alegría enormes cuando alguien te da lo que necesitas, cuando alguien hace suyo tu momento, cuando alguien se añade a tu malestar.

Siempre ha habido gente ahí en el momento en el que la he necesitado, y eso me ha hecho ver las cosas de una mejor manera y poder tirar ambos para adelante y salir de a poco del pozo profundo en el que había caído, y cada una de esas grandes acciones me ha llevado a estar como estoy hoy, feliz, tranquilo, y buscando día a día ser mejor, una mejor persona, un mejor amigo,  más responsable, más pensante y más útil.

Gracias a todos ellos, hoy soy lo que soy, y mañana seré lo que seré. Porque nosotros no forjamos solos nuestro propio destino, sino que también lo hacen las personas que nos rodean, que nos quieren y que nos lo demuestran.  Esa es la verdad y siempre la ha sido, por eso es que hoy me toca decir gracias y sonreírles a cada uno de esos maravillosos seres que han estado a mi lado, ya sea en mayor o menos medida, pero siempre para bien, escuchando o descubriendo mis pesares, dando un consejo, sacando una sonrisa, molestando para bien, ayudado a llevar un mal momento, y muchas, muchas cosas más.

Tal vez sea eso lo único que necesito decir.

Gracias.


SIMPLEMENTE, GRACIAS.

domingo, 31 de julio de 2011

TIEMPO INVERTIDO

Hacía rato que no sentía la necesidad de recurrir al medio escrito para expresarme. Fue como si mi mente colapsara, mi inspiración y mi inventiva desaparecieron y me dejaron el vacío más hueco que llegué a vivir alguna vez.

Ni una sola palabra, menos que menos una frase, salían de mi cabeza. Pero bueno, un buen día volvió todo, llámese hoy, y acá estoy.

Digamos que hoy, terminé de comprender un sinnúmero de cosas a las cuales a veces no les encontraba la respuesta. Y hoy puedo afirmar sin miedo a equivocarme que la vida puede dar un giro inesperado, tal vez de ciento ochenta, tal vez de trescientos sesenta grados, no lo se… Pero cambia, y aunque puede ser para bien o para mal, en este caso a sido para mejor, ¡y cuánto mejor!
Cuando una mañana te levantás y no entendés por qué tenés una sensación de que todo está bien, de que las cosas por fin van a empezar a salir y a ocurrir como vos necesitás, o como vos querés, y hacés, llamémosle un “click”, y te das cuenta de que todo mejoró, de que ya no te molestan cosas que antes te solían molestar, que ya no ves las cosas de un mismo modo, sino que en el lugar donde antes veías un obstáculo, ahora ves una oportunidad, una nueva chance.

Así me siento, hace un par de días, y recién hoy termino de comprenderlo. Porque esos momentos felices, esos flashes de la llamada felicidad, aparecen en mi vida cada vez con mayor frecuencia e intensidad, y me doy cuenta de que al fin puedo controlar mis propios sentimientos, mis propios pensamientos, darles la forma que yo quiero, y disfrutar al máximo y arrancarle lo mejor a todos esos momentos que siempre voy a poder guardar en mi memoria: tardes con amigos, noches de charlas interminables, simples momentos de soledad en compañía de mi mismo, pero que me sirven para seguir descubriéndome cosas y para encontrarles el sentido y el modo de aplicación.

Son simplemente, lapsos, períodos de tiempo en lo que todo es perfecto, el tiempo se te vuela, no le encontrás un sentido al pasar de los minutos, sino que simplemente los dejás pasar, pues no los estás perdiendo, los estás invirtiendo, y eso es lo que te queda después, la satisfacción de saber que le diste el mejor de los usos al tiempo que se te regaló, al tiempo que se te dio para vivir. Y la satisfacción más grande es saber que le estás dando a las personas que considerás importantes en tu vida el regalo más precioso que les podés dar, aquel que no importa cuanto lo intentes, nunca lo recuperás: tu tiempo.

Y es así como a cada paso que doy, cada minuto que pasa y que vivo, lo vivo feliz y sin preocupaciones, porque además, las vueltas de la vida me enseñaron a que lamentarse no sirve de nada, porque ese tiempo tampoco se recupera. Por lo tanto, el tiempo que en otras épocas me lo hubiera pasado lamentándome por cosas que ya pasaron y que ya no tienen causa, hoy lo utilizo para disfrutarlo y entregárselo a las personas y actividades que creo importantes y útiles en mi vida.

En fin, simplemente me siento bien, y ojalá todos se pudieran sentir como me siento yo hoy en día. Y deseo de todo corazón que así sea, y que ojalá a alguien mis palabras le sirvan para replantearse algunos asuntos y poder vivir una vida más plena, más tranquila y más fructífera.

Como siempre, compartiendo mis pensamientos con ustedes, hasta la próxima.

miércoles, 6 de julio de 2011

COLBIE CAILLAT - YOU GOT ME

You're stuck on me and my laughing eyes
I can't pretend though I try to hide

I like you, I like you.

I think I felt my heart skip a beat

I'm standing here and I can hardly breathe

You got me, you got me.

The way you take my hand is just so sweet

And that crooked smile of yours it knocks me off my feet

Oh, I just can't get enough

I'm a stoup ? I need to fill me up.
It feels so good it must be love
It's everything that I've been dreaming of.
I give up. I give in. I let go. Let's begin.
Cause no matter what I do,
Oh (oh) my heart is filled with you.

I can't imagine what it'd be like

Livin everyday in this life

Without you, without you.
 

One look from you I know you understand
This mess we're in you know is just so out of hand.

Oh, I just can't get enough

I'm a stoup ? I need to fill me up.
It feels so good it must be love
It's everything that I've been dreaming of.
I give up. I give in. I let go. Let's begin.
Cause no matter what I do,

Oh, I just can't get enough

I'm a stoup ? I need to fill me up.
It feels so good it must be love
It's everything that I've been dreaming of.
I give up. I give in. I let go. Let's begin.
Cause no matter what I do,
Oh (oh) my heart is filled with you.

Oh (oh)

You got me. You got me.
Oh (oh)
You got me. You got me.