
¿De que me sirve estar cuerdo, serio, atento, si la vida la mayoría de las veces se ríe en tu cara de ese duro semblante, de esa mirada firme, de ese exceso de compostura? ¿No será acaso, una especie de burla, algún tipo de broma que se nos juega?
Y sin embargo, si abandonamos esa imagen creada, ese disfraz de persona correcta, esa máscara de hombre insensible, enseguida somos tildados de inadaptados, de incoherentes, de alterados, somos locos...
Pero como decía antes, ¿de que me sirve mantener una imagen que causa risa, si de todas maneras soy yo el único que no se ríe? Para mi, sería mucho mejor hacer algo que, si de repente va a causar la risa de alguien, que también sea la mía, que me haga disfrutar de un buen rato, que me haga despejar mi cabeza, quitar los pies de la tierra aunque fuere solo un rato, que me divierta, que me haga sentir suelto, libre, sin cadenas ni ataduras.
Creo que la gente, las "personas serias" le llaman LOCURA. Es porque no entienden que a veces, la gente puede sentirse feliz con muy poco, con una dosis de euforia, esa euforia de estar bien, ese salir de la rutina y hacer cosas que tal vez no se ven a diario ni tan a menudo, pequeños delirios, por apuntarlos de alguna manera...
¿Y cuál es el problema? Si los demás no lo aprueban, es SU problema, no hay que hacerse mala sangre por algo que el resto no aprueba ni entiende, personas que toda su vida se esmeraron por demostrar una rectitud y un porte superior al que podían, y que por eso no pudieron disfrutar de las cosas que realmente importan, porque la felicidad no se basa en grandes momentos, sino en pequeños detalles.
Así que, ¿a quién le importa si estoy loco?
¡YO QUIERO VOLVERME LOCO!
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