En la vida, las personas hacen todo lo posible y buscan todas las excusas imaginables para no hacer cosas que en una previa se presentan difíciles o complicadas. Que si, que no, que no tengo tiempo, que no me gusta, que no puedo, se me complica, etc.
Excusas, simples excusas, preparadas para alejar los temores de fallar o fracasar.
Y cuando se les presenta una situación particularmente compleja, siempre es lo mismo: hay que analizar primero los pros y los contras.
En discrepancia con eso, para mi los pros y los contras son meras excusas, meros pretextos, para extenderse en el tiempo, dilatar el momento de la situación final, o tener en mano algo lo suficientemente convincente, algo que engañe lo suficiente (tanto a otros como a uno mismo) para descartar la posibilidad y encarar algo más sencillo, más simple, más cómodo, aunque tal vez no tan bueno.
Por eso yo creo que en la vida, en la realidad, no existen pros ni contras, existen oportunidades, existen excusas, existen personas lo suficientemente valientes como para aferrarse a esas oportunidades y dar todo de si por realizarlas, y personas lo suficientemente cobardes como para buscar esos “pros y contras”, y así poder deslizarse a un costado y escapar, huir de esas oportunidades que bailan frente a ellos, a la espera de ser tomadas.
La vida está hecha de oportunidades, y de buenos y malos momentos, y el que lo niegue, es simplemente un COBARDE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario