Nunca más.
Con el tiempo se aprende que la vida no es un camino recto que sigue y sigue hacia adelante, sino que tiene sus curvas, sus bifurcaciones, sus partes sinuosas y sus zonas de derrumbe.
De la experiencia se aprende a no tropezar con la misma piedra dos veces, se aprende que si caes siete veces, hay que levantarse ocho, se aprende a como caer después de tanto tropezar, y eso nos hace crecer y madurar, y nos da otra perspectiva de la vida.
Y lo más importante es que nos enseña que los errores graves no hay que cometerlos dos veces, ya sea que nos perjudiquen a nosotros o a un tercero, porque son errores críticos que nos marcan de por vida y que dejan una cicatriz profunda que nos recuerda para siempre el momento que vivimos, pero lo más importante, también nos recuerda para siempre que logramos reponernos a ese momento tan duro y tan difícil, y que aquello que no nos mató nos hizo más fuertes, y más aún, nos enseñó y nos dio un arma para combatir casos similares en el futuro.
La vida te da la pauta de que siempre hay segundas oportunidades, y terceras, y cuartas, más bien, tantas oportunidades como uno sea capaz de aceptar. Solamente hay que saber aprovecharlas.
Por eso, cuando cometemos un error de esta índole, lo mejor, es decir…
NUNCA MÁS.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario